domingo, 18 de octubre de 2009

Quiero tenerte a mi lado aun que no te vea

Quiero tenerte a mi lado aunque no te vea
El impacto psicológico de la separación o el divorcio en los hijos
RESUMEN
La provisión de estabilidad afectiva y emocional que requiere el desarrollo infantil puede verse seriamente amenazada por la separación o el divorcio de los padres, especialmente cuando el apego aún no está suficientemente afianzado. Es conocido, al respecto, que la mayor proporción de ellos tiene una media de edad de seis años o menos en el momento de la ruptura, de cuyo conjunto una gran parte muestra más desajustes psicológicos a lo largo de su vida que los que pertenecen a familias intactas, si bien tales desajustes no siempre alcanzan niveles clínicos.

Introducción

Se ha comprobado que el hecho de que los padres permanezcan juntos influye en gran medida en el desarrollo de sus hijos y el divorcio conlleva a que los padres ya no estarán igualmente disponibles. Craig, (1997). La separación conlleva a la perdida de rutinas lo que es desestabilizante para el niño ya que las rutinas familiares les dan seguridad, también pueden mal interpretar los estados de animo de los padres lo que genera en ellos sentimientos de culpa junto a que los niños pueden mostrar un aumento de su agresividad ya que pueden experimentar sentimientos de rabia y enojo hacia uno o ambos padres, esto lleva a que los niños sean más vulnerables a situaciones estresantes. ( Hoffman, 1995).
Las conexiones existentes entre la separación o el divorcio de los padres y las anomalías conductuales o caracteriales del niño han sido propuestas desde una amplia variedad de trabajos de investigación, a partir de los cuales se han identificado algunas variables que pueden incidir más significativamente que otras en la aparición de diversos trastornos psicopatológicos infantiles, habiendo permitido también una aproximación a las vivencias infantiles que desarrollan los hijos en este conflicto.
En este campo, Hetherington, Bidges e Insabella (1998) señalan como relevantes una serie de características en el comportamiento del niño tras el cambio de la composición de la "familia", los efectos negativos de la ausencia de la figura paterna junto a la típica situación de la custodia de la madre, el incremento del estrés económico en el grupo con las subsiguientes consecuencias en el trato al hijo, los problemas que derivan del cambio que supone pasar de tener dos padres a tener uno solo y lo negativo que trae consigo la existencia de tensión interparental en el hijo.
Wallerstein y Cols. (1990) han considerado que el sexo del niño determina diferencias en el desajuste tras un divorcio o separación, evidenciando que los chicos varones parecen tener mayores dificultades para superar la crisis, tanto en la intensidad de sentimientos negativos como en su duración, presentando más problemas escolares y más irritabilidad que las niñas.
Por su parte, Buchanan, Maccoby y Dornbusch (1992) clasifican en tres categorías los factores que afectan al ajuste del niño después del divorcio o separación: la pérdida de uno de los padres, los enfrentamientos entre los progenitores y la disminución de sus funciones de paternidad.
Para McLanahan y Sandefur (1994), el factor más relevante lo constituye la ausencia de la figura paterna, asociándola con un menor aprovechamiento escolar, tanto en chicos como en chicas, un bajo nivel de empleo laboral en el caso de los varones en la adultez y maternidades precoces cuando se trata de muchachas. La presencia del padre para un desarrollo armónico de los hijos también resulta crucial en el estudio de Amato y Gilbreth (1991). De acuerdo con sus resultados, el bienestar del hijo se sustenta en el ejercicio de una paternidad con autoridad moral y la existencia de estrechos sentimientos de afecto entre padre e hijo, siendo ello el mejor predictor de los resultados respecto a una inadecuada formación escolar, externalización de conductas problemáticas e internalización de problemas emocionales.
En cuanto a los estudios encaminados a conocer las vivencias infantiles, cuando tiene lugar el divorcio o la separación de los padres, los resultados empíricos permiten una buena aproximación a esa realidad. A partir de la revisión llevada a cabo por y Amato y DeBoer (1991) sobre investigaciones realizadas en la década de 1990, los resultados encontrados indican que los adultos y niños de "familias" separadas o divorciadas puntúan más bajo que sus iguales de "familias" intactas en el campo de las habilidades sociales y presentan mayores conflictos en sus propios matrimonios. Estos hallazgos difieren, sin embargo, de los encontrados inicialmente por Cherlin, Chase-Lansdale y McRae (1990), según los cuales las dificultades de los niños ya eran patentes antes del divorcio o la separación. No obstante, en un estudio posterior de Cherlin, Kiernan y Chase-Lansdale (1990), los resultados sí coincidieron con los de Amato y DeBoer (1991), al constatarse que los sujetos de "familias" separadas o divorciadas tenían dificultades psicológicas importantes después de que llegaran a la adultez. Esta prolongación en el tiempo de los desajustes no se confirmó en el estudio de Hetherington y Kelly (1998), aunque sí encontraron elevados niveles de ansiedad en adultos y jóvenes de "familias" divorciadas o separadas, problemas en sus relaciones con el otro sexo, así como cuando eventualmente acceden al desempeño de funciones de paternidad, hallazgos que coinciden con los encontrados en el estudio longitudinal realizado por Wallerstein y Lewis (1980).

Trastorno de ansiedad por separación en hijos de padres divorciados

La ansiedad de los niños al separarse de los padres es uno de los problemas psicológicos más frecuentes en la población infantil. En los hijos de padres divorciados la vulnerabilidad a presentar el trastorno es mayor debido a la separación brusca de uno de los padres después de la ruptura, que el niño puede vivir como una experiencia traumática que le predispone a reaccionar de forma ansiosa ante las separaciones cotidianas. El objetivo de este estudio es examinar la presencia de síntomas de ansiedad por separación y ansiedad general en una muestra 24 alumnos de 6ª “B” 8 a 12 años, comparándolos con un grupo de niños de edades y género similares cuyos padres no se han separado.

Los resultados muestran que los niños que han vivido una ruptura conyugal presentan niveles de ansiedad por separación más elevados que los niños cuyos padres permanecen unidos. Manifiestan además niveles significativos de ansiedad general, pero similares a los presentados por el grupo de niños con padres no divorciados. Se discuten las implicaciones clínicas de estos hallazgos, destacando la importancia de la cooperación y el contacto frecuente del niño con ambos progenitores para fomentar su seguridad y autonomía.

Los niños sufren tanto o más que sus padres durante el divorcio, experimentando pena, confusión, ira, sentimiento de fracaso y duda de sí mismos," para muchos, este sentimiento familiar es el acontecimiento principal de la infancia con consecuencias que los siguen hasta la vida adulta." (Papalia, 1992). En un comienzo presentan síntomas de gran ansiedad, "los pequeños de dos años y medio a tres años y medio se enojan, lloran, gritan, tienen problemas de sueño y mojan la cama. Los de cuatro años lloran y gritan, les pegan a otros niños y se culpan ellos mismos." (Papalia, 1992,)
Es indiscutible e inevitable: El divorcio impacta a los niños
Sin embargo, la violencia familiar y el abuso son más dañinos a los niños que el divorcio. Los niños en familias intactas con altos niveles de conflicto sufren más que los niños de familias divorciadas en las cuales no hay mucho conflicto
La calidad y cantidad del impacto del divorcio en los niños depende de: la cantidad y el tono del contacto con el padre con quien no convive, el nivel de ajuste psicológico y el apoyo del padre con quien convive, las destrezas de crianza de niños que tengan los padres, el nivel de conflicto entre los padres antes y después del divorcio, el grado de problemas económicos que afecten a los niños, el número de eventos estresantes que acompañan y siguen al divorcio (mudanza, cambios de escuela, segundos matrimonios de los padres).
Gran parte del impacto depende de cuán bien los padres son capaces de manejar el estrés relacionado con el divorcio. Los niños sufren menos cuando los padres cooperan por su bien. Los niños sufren más cuando uno o ambos padres abandonan las responsabilidades de la crianza de los niños.
Es difícil y toma tiempo: El ajuste de los niños al divorcio envuelve varias tareas importantes y complejas
Aceptar la disolución del matrimonio como una realidad
Recuperar un sentido de dirección y libertad de proseguir con sus actividades diarias (juego, escuela). Lidiar con los sentimientos de pérdida y rechazo. Perdonar a los padres por divorciarse. Aceptar el divorcio como algo permanente. Desarrollar relaciones (con cada padre por separado, padrastros, madrastras, hermanastros, otros familiares).
Estos problemas de adulto, pueden hacer al niño, Sentirse culpable por los problemas que sus padres tienen entre ellos. Sentirse dividido. Su lealtad hacia un padre, es vista como traición hacia el otro. Sentir que no se le permite amar a los dos padres o que los dos padres puedan amarlo a la vez. Culpar a un padre de la separación y tomar un bando a favor o en contra del padre culpado. Tener que cuidar del padre con el que vive en lugar de ser cuidado por él. Perder parte del amor y el apoyo que necesita de ambos padres.

Los problemas emocionales y de conducta son más frecuentes cuando los padres discuten, se pelean o están en el proceso de separación. Esto puede hacer a un niño sentirse muy inseguro. Pueden preocuparse de que el padre que queda, pueda abandonarlo también. La separación puede hacer que el niño se comporte como si fuera más pequeño, volver a hacerse pis en la cama, tener pesadillas, desobedecer. Esta conducta a menudo sucede antes o después de visitas al padre que vive separado de la familia. Los adolescentes pueden mostrar su angustia portándose mal o encerrándose en sí mismos.

La reacción de cada niño al divorcio de sus padres depende de su nivel de desarrollo, su personalidad y temperamento, sus estilos de aprendizaje, sus fortalezas y debilidades particulares, y sus necesidades únicas.
Pensamientos: Simples- piensan en blanco y negro, que las cosas son buenas, o malas Mágicos- sienten que sus pensamientos causan los eventos. Literales- ¿En verdad echaron a papa de la casa? ¿Otro hombre se robó a mi mama? ¿Es la novia de papá una bruja? Recuerdos- felices y tristes. Quieren creer que fueron concebidos por amor, con esperanzas de formar una familia feliz. Desean que papá y mamá se lleven bien y se reconcilien.
Sentimientos: Tristeza, soledad, sentirse rechazados, extraño.. Ya no les importo. Ira, irritabilidad- No es justo, no me gusta, lo odio, no quiero ir de un lugar a otro. Preocupación, inseguridad, vulnerabilidad, temor- ¿Qué va a pasar? ¿Qué tal si...? Me preocupa. Culpa- Si tan sólo yo hubiera. Vergüenza, pena- No quiero que la gente sepa…Celos, culpar a otros- Si no fuera por…Confusión- No entiendo…Alivio- Por lo menos ahora…Embotamiento- No siento nada. Nada me importa.
Niños de escuela primaria (5-12 años):
Se dan cuenta de lo que pasa, pero carecen de las destrezas necesarias para lidiar con los conflictos Pueden comprender el concepto de divorcio Penan la pérdida de la familia como era antes del divorcio Pueden sentirse rechazados por los padres Tienden a culpar a otros, a menudo a uno de los padres. Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.
Fíjese si muestran señales de malestar- Tristeza, problemas académicos y/o sociales en la escuela, comportamiento inapropiado, achaques físicos, conflictos entre hermanos por competencia Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas Leer libros sobre el divorcio Animarles a hacer preguntas y a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos Demostrar sensibilidad a sus temores Decirles repetidamente que no son responsables por el conflicto o el divorcio Apoyar la relación de los niños con el otro padre, a menos que sea peligroso Mantener las rutinas lo más posible.
En resumen si bien es cierto que los niños pueden presentar diversos problemas de conducta entre ellos, la agresión, inseguridad, ansiedad, sentimientos de culpa, trastornos de la identidad, y dificultad en cuanto a la identificación sexual. Se reconoce que los hijos de familia de un solo padre son más autónomos y responsables en sus deberes, son autosuficientes, independientes y más maduros. (Papalia, 1997 ; Hoffman, 1995)
El divorcio de los padres tiene efecto a largo plazo en los niños. La mayoría de los jóvenes presenta adaptabilidad ejerciendo sus actividades sin problema alguno, sin embargo se presenta una diferencia en los géneros siendo los niñas las que tienden a establecer relaciones afectivas con mayor rapidez mientras que los niños se retraen durante un tiempo tanto física como emocionalmente, lo que implica que el hombre se ve mas afectado que la mujer. Luego en la edad adulta, los hijos de padres separados presentan una mayor tendencia a tener estados depresivos, problemas matrimoniales, mayor deterioro de la salud física y baja motivación para superarse.
Estas diferencias se presentan en un grado bajo en comparación con hijos de padres casados, por lo que podemos decir que la resistencia del espíritu humano permite que los niños superen esta época dolorosa y desarrollen sensibilidad y compasión que les ayudara en la edad adulta. (Papalia, 1997 )
Datos importantes sobre el desarrollo socio emocional afectivo.
Luego de recopilar la información anterior nosotros esperamos observar que la separación de los padres produce un efecto negativo sobre el desarrollo socio emocional afectivo en niños de tres a cuatro años, en cuanto a la autonomía del niño actitudes y valores frente a los pares y adultos. Para este fin consideramos el nivel socio económico de acuerdo al tipo de jardín al cual acude el infante por lo tanto: el nivel socio económico medio alto corresponde a infantes que acudan a jardines infantiles particulares.
El desarrollo socio emocional afectivo se define como cambios conductuales del niño, con el fin de establecer lazos afectivos con sus pares y adultos.
Por lo tanto el desarrollo socio emocional afectivo se medirá operacionalmente a través de doce conductas:
1. Se muestra seguro (a) de si mismo (a).
2. Demuestra autonomía en su actuar.
3. Es capaz de tolerar frustraciones.
4. Controla impulsos y emociones.
5. Expresa sus sentimientos.
6. Identifica situaciones que ofrecen peligro.
7. Se integra e interactúa.
8. Se adapta a cualquier ambiente y situación.
9. Se relaciona con respeto con sus compañeros y adultos.
10. Se relaciona con todos sus compañeros sin excluir a ninguno.
11. Muestra gestos de preocupación frente a las dificultades de los demás.
12. Comparte en forma espontánea.
Por ultimo consideraremos el término padres separados como: hogares constituidos por solo uno de los padres.
Dado el creciente índice de la tasa de separación que se observa actualmente en el país, nos parece importante estudiar las repercusiones que esto tiene sobre el desarrollo socio emocional afectivo de los niños. " Según datos de diversos trabajos que no constituyen investigaciones formales, existiría entre un 45% y 50% de matrimonio que se separan " ( Sarquis, 1995, pag. 121 ).






El Impacto del Divorcio en Nuestros Niños
Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Trastorno de ansiedad por separación en hijos de padres divorciados

Mireia Orgilés Amorós, José Pedro Espada Sánchez y Xavier Méndez Carrillo*Universidad Miguel Hernández y * Universidad de Murcia
Prospective, longitudinal data on the role of parents in development, en J. G. Borkowski; S.L. Ramey; M. Bristol-Power (eds.), Parenting and the child"s world: Influences on academic, intellectual and social-emotional development, Mahwah, N.J., Erlbaum, 2002, pp 187-202. [ Links ]
Amato, P.R.; Keith, B., "Parental divorce and the well being of children: A metaanalysis", Psychological Bulletin, 1991, 110, pp. 26-46. [ Links ]
Hetherington, E.M., Bridges, M.; Insabella, G.M., "What matters? What"s does no? Five perspectives on the association between marital transition and children"s adjustment", American Psychologist, 1998, 53, pp. 167-184
Wallerstein, J.S.; Kelly, J.B., Surviving the break up: How children and parents cope with divorce, New York, Basic Books, 1980. [ Links ]
Buchanan, C.M., Maccoby, E.E.; Dornbusch, S.M., "Adolescent and their families after divorce: Three residential arrangements compared", Journal of Research on Adolescence, 1992, 2, pp. 261-291. [ Links ]
McLanahan, S.; Sandefur, G., Growing up with a single parent: What hurts, what helps, Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1994. [ Links ]
Carr, A. (ed.) (2000) What Works with Children and Adolescents? A Critical Review of Psychological Interventions with Children, Adolescents and their Families. London: Brunner-Routledge.

domingo, 11 de octubre de 2009

LOS HIJOS DE PADRES SEPARADOS

Tema: Los hijos de padres separados

Pregunta guía:
¿Cómo influye el impacto emocional, intelectual, social, sentimental, actitudinal en la separación de los padres en el comportamiento del alumno?

Hipótesis:
Los alumnos que provienen de padres separados tienden a tener menos oportunidades de éxito en la escuela.

Argumentos:
La Asociación Americana de Psiquiatría considera el divorcio de los padres como una experiencia muy estresante para los hijos que puede tener consecuencias a corto, medio y largo plazo. Tradicionalmente, la unidad familiar se ha concebido como una estructura que protege a los niños, a la vez que se ha considerado la ruptura conyugal capaz de generar en los menores problemas físicos, emocionales, escolares y sociales.

En nuestro país no son frecuentes las investigaciones que valoran los efectos de la ruptura conyugal en los hijos de la pareja. Bengoechea (1992) examina la personalidad, inteligencia, estado de ánimo, y adaptación personal, escolar y social, entre otras variables. Cantón, Cortés y Justicia (2002) comprueban que los hijos de padres separados o divorciados presentan más problemas de conducta y problemas personales que los ni-

Trastorno de ansiedad por separación en hijos de padres divorciados
Mireia Orgilés Amorós, José Pedro Espada Sánchez y Xavier Méndez Carrillo*

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Trabajo Sociedad

MIS OBJETIVOS EN EL ENSAYO
En este ensayo: Es descifrar y esclarecer las cadenas que atrapan al educando y a todo su desenvolvimiento emocional, social, intelectual, llámalo frustración al nombre de separación de un padre o madre, puede significar no sólo la pérdida de un hogar sino también de todo un estilo de vida.

Yo estoy investigando sobre…….

Como afecta la desintegración familiar en el aprendizaje escolar en los alumnos de sexto grado.


Porque quiero conocer…..

El impacto emocional, intelectual, social, sentimental, actitudinal en situaciones escolares y de cómo se merman ideales y convicciones de vida arrebatados por la falta de comunicación de los padres


Ya que esto me permitirá...

Profundizar cada aspecto de estudio que englobe el comportamiento integro del alumno en una aula clase, como tratar de combatir dicha falta de atención, diseño de estrategias para tener mejor rendimiento académico.


Ya que de no conocerlo…

Pues dejaría la oportunidad de diseñar estrategias que pudiera combatir o apoyar el rezago educativo que a consecuencia del momento que vive en su entorno, no logre sus metas.